domingo, 31 de julio de 2011

COMO EL PADRE ME AMO, YO OS HE AMADO. PERMANECED EN MI AMOR

-- Como el Padre me amó: ¿cómo ama el Padre a Jesús? No podemos ni imaginarlo porque nuestra mente y nuestro corazón son limitados y solo alcanzan a comprender las cosas terrenas.
Vamos a cerrar los ojos un instante y a imaginarnos como debe ser el amor que el Padre siente por el Hijo y el Hijo por el Padre. Este amor es algo tan grande que deja de ser algo etéreo, abstracto, sentimental para convertirse en PERSONA, Alguien Vivo, que se puede ver y tocar, sentir y experimentar: EL ESPIRITU SANTO.
El Padre proclama este amor: Este es mi Hijo amado, mi predilecto, escuchadle y el Espíritu en forma de paloma descendió. Este amor es un amor que genera vida, Dios crea por el Hijo que es la Palabra y el amor que se tienen, el Espíritu es el que infunde con su aliento el Aliento de Vida. El amor del Padre y del Hijo se manifiesta en todo lo creado, hemos sido creados y hemos salido del amor que el Padre y el Hijo se tienen. Todo lo creado nos habla de este amor y Dios ha puesto al hombre para que domine sobre todas las criaturas, pero este dominio y superioridad del hombre no pude romper el amor que rige y gobierna todo.
El Padre glorifica al Hijo y el Hijo glorifica al Padre. El Padre y Yo somos UNO
--Yo os he amado. Yo el Hijo te amo a ti de esa manera, como el Padre y Yo nos amamos, te amo incondicionamente, con un amor puro, gratuito que no depende de la acogida ni del rechazo que tenga, que se complace al mirarte, se regocija, se embelesa.
Al amar al hombre como el Padre le ama a Él nos está dando y generando en nosotros la VIDA y ésta es el ESPIRITU SANTO. Si yo respondo a este amor se dará en mi la fuerza del amor del Espíritu, si lo rechazó estoy rechazando al Espíritu y no solo en mi sino su PRESENCIA y su AMOR en el mundo.
Os hablo de lo que he escuchado a mi Padre, Yo solo hago su Voluntad y esta es que tengáis VIDA y vida en abundancia y os la doy aunque vosotros no la merezcáis e incluso la rechacéis. La PALABRA el Hijo amado se hizo carne y el mundo no la acogió, pero a los que la acogieron les prometió que donde El esté estarán también ellos.
A Dios nadie lo ha visto ¿cómo podemos conocer su amor? por el amor del Hijo al hombre, como Yo os he amado, así me ama el Padre.
Ni el ojo vio ni el oído escuchó lo que Dios tiene preparado para los que ama, para todos, pero en mi libertad yo lo acojo o lo rechazo.
--Permaneced en mi amor. ¿cómo Señor? Dejándome amar por TI, y deseando que este amor se dé en mi, que yo viva de él y para él y entonces dice la Palabra "vendremos y pondremos nuestra morada en él" y en mi se darán los signos del amor: Paciencia, bondad misericordia, esperanza alegría...
¿Se dan en mí estos signos? ¿deseo en mi corazón que se den?. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu que se nos ha dado, déjale actuar en tí gózate, ámale y se dará.
El amor de mi Padre hace que Yo os ame hasta dar la vida vosotros, mi amor por ti hará que tu también la des por los demás, para que esto suceda tienes que permanecer en Mí, porque fuera de mi no podéis hacer nada. Las ramas jamás dan fruto por si solas sino es unidas al tronco y este a la raíz, la raíz y el tronco son uno.
Buscáis el amor fuera de mi y jamás lo encontrareis, el amor está en ti, búscalo en tu interior, donde el Padre y yo deseamos poner nuestra morada y entonces serás plenamente feliz.
DIOS es ESENCIA - AMOR - UNIDAD
Vivamos el amor y la unidad de Dios que habita en nosotros y nuestra esencia será el OLOR el AROMA de DIOS en el mundo
¡Gloria y Alabanza a Dios !

Prado.

sábado, 23 de julio de 2011

9 JULIO 2011


Unos días después, Jesús volvió a Cafarnaúm y se difundió la noticia de que estaba en la casa.2 Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siguiera delante de la puerta, y él les anunciaba la Palabra.3 Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres.4 Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico.5 Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».6 Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior:7 «¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?8 Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: «¿Qué están pensando?9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o "Levántate, toma tu camilla y camina"?10 Para que ustedes sepan que el Hijo de hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados11 –dijo al paralítico– yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».12 El se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto nada igual». MARCOS 2, 1-12.


Queridos hermanos: pedí al Señor que me diera palabra, al abrir la Biblia, cúal sería mi sorpresa que leo " cura a un paralítico", no podía creer, me quedé parada y dije Señor qué pasa, vengo de una asamblea con el lema " en nombre de Jesús levántate y anda" (Hechos 3,6). Señor, me haces comprender que nada es casual, Tú sabes lo que yo sentí, cuando Dalia nos comentó lo que pasó en la asamblea, no lo ví, pero dije señor Tú quieres que yo crea sin ver, aquí estoy, fortaleciendo mi fe. Los apóstoles dudaron, pero al recibir el Espíritu Santo, los dones, frutos y carismas se derramaron sobre ellos.

Hermanos, Cristo está vivo, nuestra fe tiene que ser viva, entonces veremos cosas mayores, la sanación existe, despojemos nuestra alma, nuestro corazón de la parálisis mundana que atrapa todo nuestro ser, pidamos sanación para nuestras heridas, pidamos perdón a Dios por medio de sus sacramentos que son fuentes de agua viva, quedaremos libres, como el paralítico danzaremos de alegría a la vista de todos, no tendremos reparos, hermanos, en decir CRISTO RESUCITÓ, está vivo, no estamos solos, me quedo con vosotros me podeis comer, puedo fundirme en vuestro corazón, venid a mi mesa en la eucaristía y haré morada en tí.




Doy gracias al Señor por todos los que van por el mundo anunciando su amor.


Elisa