Hoy el Señor nos invita a profundizar en
esta experiencia con el Salmo 33, "gustad y ved que bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él". Yo doy testimosnio de que esto porque lo he
experimentado en mi vida, son muchas las veces que en medio de mis pecados, de mis
errores, el Señor me ha descubierto las maravillas que a través de ellos me ha
dado, las gracias, los dones que me ha hecho saborear y he visto lo bueno que
es conmigo,
Tantas veces no gozamos de esto porque no
somos capaces de salir de nuestro yo, de la ceguera que padecemos y nos
quedamos contemplando a un Dios que nos manda cumplir sus mandatos y preceptos
y no llegamos a descubrir la vida, el
gozo, la felicidad que nos trae a través de ellos y de los acontecimientos de
nuestra vida, las gracias que nos da.
Gustad y ved es una invitación personal,
pero a la vez comunitaria, es la experiencia de un pueblo, no es suficiente que
haya hombres y mujeres que gusten y vean lo bueno que es el Señor y las
maravillas que hace, tenemos que tener esa misma experiencia como pueblo, como
comunidad y dar testimonio de ello. Los israelitas en Egipto no tenian
experiencia de pueblo, por eso anduvieron cuarenta años por el desierto y
cuando entraron en la tierra prometida se sabian el pueblo escogido.
A lo largo de la Palabra de Dios se nos
hace constantemente esta invitación:
-Desde la creación (gustad y ved el poder
y el amor de Dios)
-Desde el paraiso y la desobediencia
(gustad y ved la alianza que hace con el hombre)
-En toda la historia de salvación,
pasando por Abraham, Moisés, todos los profetas, los salmos y como cúlmen la
venida de Jesús que nos revela el rostro del Padre
que viene a darnos el
acceso a los bienes del cielo y la participación del Espíritu Santo.
¡ Gustad y ved que bueno es el Señor!
-En el peligro grité al Señor y me libró
poniéndome a salvo...
-El Señor es la defensa de mi vida ¿quien
me hará temblar?...
-El Señor es mi pastor, nada me falta...
-El me salvará de la red del cazador...
-Mucho le cuesta al Señor la muerte de
sus fieles...
-No duerme ni reposa el guardián de
Israel...
Pero podemos tener ojos y no ver, boca y
no gustar, a veces lo que Dios nos concede para ver y gustar nos endurece el
corazón( las pruebas, las dificultades, enfermedades, muertes, pecados, caidas)
sólo por la fe lo que es dolor y sufrimiento se puede convertir en gracias al
descubrir el amor de Dios en nuestra vida y acogernos a él. Dios se revela por
la fe, para conocerle y verle hay que escuchar su Palabra y contemplar sus
obras, nadie puede ver si Dios no le da el don, debemos pedirsélo," quiero
verte Señor en todo lo que me rodea y lo que me sucede".
En Cristo nos hace ver y gustar Dios las
maravillas prometidas (vereis mi rostro y contemplareis mi gloria, vereis lo
que muchos desearon ver y no vieron). Alabad y bendecid al Señor, muchos nos
dicen que estás muerto, que no nos oyes, pero tú Señor estás vivo, resucitado
en medio de nosotros, consolando a tu pueblo, conduciéndonos a manantiales de
agua viva, dándonos cada dia tu alimento, tu Palabra, tu Cuerpo como signo
visible de tu Presencia y de tu Amor. ¡ Dichosos, felices seremos si nos
acogemos a Tí!
Envia Señor tu Espíritu que nos capacite
cada dia para gustarte y verte en los acontesimientos de nuestra vida, para que
seamos testigos de tu amor y tu misericordia en medio del mundo y se convierta
y crea. Amén.