(Poniendo orden en el escritorio he encontrado esta enseñanza que nos dió Dalia, no recuerdo la fecha, pero seguro que hacía calor, sería por primavera. Como hoy no hay oración de alabanza, estaba como que me faltaba algo, y "casualmente" he decidido transcribir la enseñanza, "casualmente" eran las 17.30 cuando he empezado).
Dios se conmueve ante las lágrimas de su pueblo, de sus hijos y ahí, viendo nuestra realidad, viene a consolar.
En Éxodo 3.7 El Yo Soy dice a Moisés: "he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos". Él ha oido y visto todo lo que hay en ti en estos días y las situaciones que estás viviendo. Un brazo poderoso descenderá para sacarte de esta esclavitud, que es de angustia y de dolor. Salmo 76.3: "Busco al Señor en el momento de mi angustia; de noche, tiendo mi mano sin descanso, y mi alma rechaza todo consuelo". Dios escucha toda súplica, toda angustia; con fé digámosle hoy Dios es mi pastor, Dios es mi consuelo.
En Mateo 11.28 nos dice el Sñor: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré". No hay corazón como el de JesuCristo para comprender y consolar. Mirad... cuando fuimos llamados a vivir el reino, se produjo en nosotros un cambio de vida y de formas; en este proceso somos cada día más de Dios y menos del mundo y este cambio suscita muchas veces desencuentros con los que están cerca, e incomprensiones con los de la familia.
Amamos por amor a Dios a todos los hombres, pero somos la mayoría de las veces rechazados y apartados y como ya he dicho incomprendidos... y SUFRIMOS. El Señor, que ya sabía todo esto deja dicho en Mateo 10.34: "No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada.35 Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; 36 y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa." ¡Es Palabra del Señor, no esperemos ser comprendidos!.
La gran suerte es que ante situaciones difíciles, sean espirituales o temporales, Él estará siempre con nosotros y diremos Dios es mi pastor , Dios es mi consuelo. Mirad... ya no es el profeta mandado por Dios el que tiene que consolar; es el mismo Dios, por medio de jesucristo quien da su consolación porque nos dá su Espíritu Santo, que es Señor y dador de vida, que reconforta, que reconstruye y restituye y es la boca del mismo Dios quien nos anima "no tengais miedo" " yo estoy cerca, tan cerca que vivo en ti, porque tú estás en mí, yo te comprendo, yo te escucho , yo te consuelo". Y su pueblo dice Amén, si lo crees dí Amén.
Uno de los momentos que más me enternecen y mi corazón se llena de amor es cuando algún hermano o hermana llora o solloza y otro/a se acerca a consolar, qué cerca está el Señor en esos momentos, la comunidad crece en unidad, en caridad verdadera y en amor fraterno: una mano en el hombro, un abrazo, una oración en silencio,...sí hermanos Dios consuela a su pueblo,dichosos los que lloran porque serán consolados.
Por eso bendigamos al que nos hace llorar y ¡alégrate! porque tu llanto es recogido en el consuelo de Dios, deja tu hacienda en manos del que hace NUEVAS TODAS LAS COSAS Y TRANSFORMA TU DOLOR EN GOZO. Amén
El Señor es mi pastor,
nada me puede faltar.
2 El me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
4 Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
5 Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa.
6 Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.
Dalia
uhm, bendecir al que me hace llorar. lo tendre en cuenta en mis oraciones
ResponderEliminarnos dijeron un dia que la vara es MARIA, que el callado es JESUS, " ELLOS ME CONFORTAN " amen , gloria a DIOS.
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