jueves, 28 de junio de 2012

LA ASAMBLEA NACIONAL EN DIRECTO CON RADIO MARIA

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Queridos hermanos, Paz y Bien.
Queremos comentaros una importante noticia:
Radio María, en colaboración con la RCCE, retransmitirá en directo y con imágenes, no sólo con sonido, las enseñanzas, Eucaristías y demás actos organizados en la XXXIV Asamblea Nacional.
Para ello, usará la tecnología que viene aplicando en eventos nacionales e internacionales.
Sabemos que puede ser de gran interés para muchos hermanos que no puedan asistir al Parque de Atracciones durante los días 6, 7 y 8 de julio por lo que os rogamos que compartáis esta noticia a través de Facebook y del correo electrónico.
Podremos seguir día a día la Asamblea en la dirección que os ponemos más abajo.
Que el Señor os bendiga y os guarde.

http://www.radiomaria.es/EventoEspecial.aspx?id=51663b0c-8a3c-433e-8b6b-e198c00cc78a

domingo, 17 de junio de 2012

SOBRE MARÍA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA



"Bendita tú entre todas las mujeres"! Un día Dios Padre miró a la tierra y vio una hermosa doncella, humilde, generosa, piadosa, que estaba en su casa de Nazaret, la eligió para ser la madre de Jesús, el Hijo de Dios.
A los seis meses envió Dios al Ángel Gabriel a la ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen, prometida de un hombre descendiente de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró donde ella estaba y le dijo: "alégrate, llena de gracia el Señor está contigo". ante estas palabras María se turbó y se preguntaba qué significaría tal saludo. El ángel le dijo: "no tengas miedo, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. María dijo al ángel: "¿cómo será esto, pues no tengo relaciones?". El ángel le contestó: "el Espíritu Santo vendrá sobre tí y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra: por eso el niño que nazca será santo y se le llamará Hijo de Dios".
María dijo: "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra", y el ángel la dejó. (Lc. 1.26-36).

Gracias María por decir SÍ, como te fiaste del ángel, afrontaste el momento de encontrarte con José.
¿Qué hubiera hecho el mundo sin ese "SI" que llenó la tierra de salvación?.

La plenitud de gracia de María hizo que saliera corriendo a ver a su prima Isabel. No podías más, estabas tan contenta, te pones en camino, no sientes cansancio, llevas en tu seno al Hijo de Dios. Tu vientre es el primer sagrario del mundo, es el primer CORPUS que recorrerá los caminos, para visitar a tu prima Isabel, a la vez que paseas al Señor como seguimos haciendo en la actualidad, para que el REY DE REYES bendiga a su pueblo.
Entras en casa de Zacarías e Isabel, ella al oir tu saludo, su hijo salta en su vientre e Isabel quedó llena del Espíritu Santo. Y alzando la voz le dijo: "¡BENDITA TÚ ENTRE LAS MUJERES Y BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE!". Que abrazo tan generoso, lleno de amor, no podía caber más alegría, entre vosotras dos está el profeta del Altísimo porque irás delante del Señor a preparar sus caminos. María no se queda parada sino con esa confianza que tenía en su corazón y esa fuerza entona el "MAGNIFICAT".
Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se regocija en Dios mi salvador,
porque se ha fijado en la humilde 
condición de su esclava, 
desde ahora me llamarán dichosa
todas las generaciones......
¡Como no llamarte dichosa, si nos has dado al Salvador del mundo!

Llegaría el nacimiento de Jesús, sales de tu Nazaret, pero no estabas sola José ya sabía todo, se fió también de las palabras del ángel, cuidaría de ti y de tu hijo, caminais hacia Belén, allí nacería el "SOL que nace de lo alto" para, iluminar a todos los que viven en tinieblas.
Estabas allí contemplando el fruto de tu vientre, viendo cómo venían a adorar al Santo de Israel, ¿qué gozo sentirías? todo se había cumplido, pero se cumplirían muchas cosas que no serían tan agradables como llevar en tu seno al Hijo de Dios.

Tienes a Dios contigo y a José, siempre estaría contigo hasta su muerte. Llevaste a tu hijo al templo de Jerusalem, para ofrecerlo al Señor según la ley de Moisés, allí estaba el viejo Simeón, el Espíritu Santo estaba en él, le había anunciado que no moriría sin ver al Salvador.
Simeón les bendijo y dijo a María su madre: "este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; y a ti una espada te atravesará el corazón ".

Qué noticia tan cruel, qué amargura y confusión sentirías en tu corazón, pero vuelves a tu ciudad de Nazaret.

El niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, la gracia de Dios estaba con él (LC 2,39-40). Tú guardabas todas esas cosas en tu corazón, Jesús era bueno contigo y con José.
Llevas un tiempo sin aparecer con tu Hijo, pareces dormida, pero te invitan a una boda en Caná de Galilea, también a Jesús. Tú como buena mujer observadora te das cuenta que el vino se terminó, quieres ayudar a esos nuevos esposos, recurres a tu hijo y le dices "NO TIENEN VINO". Jesús le contestó: "Y a tí y a mí qué, mujer? Mi hora todavía no ha llegado".
Su madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que Él os diga" (Jn 2, 2-5)
Se manifestó su gloria y tú nuevamente servicial y con esa esperanza de conseguir poder ayudar a esos novios.

María que tu seas en nuestra vida ese vino fundamento de la vida cristiana: actitud de FE, ESPERANZA, AMOR Y OBEDIENCIA.
No hay verdadero cristiano que no alabe y honre a la madre de Dios: por eso nuestro querido patrón SAN JUAN DE ÁVILA nos dice: quererla bien y no imitarla poco aprovecha.
Id con María a Jesús. Ella os recordará de contínuo lo que dijo en las bodas de Canaá: "¡Haced lo que Él os diga!".
María es esposa de Iglesia, por eso los cristianos que formamos la iglesia peregrina tenemos que luchar contra el pecado.
Ayudanos a vivir como Iglesia, sirviendo a nuestros hermanos y proclamado con alegría nuestra fe.

También eres maría del dolor, qué triste te veo en ese viernes Santo, tus ojos están llorando. junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y maría Magadalena.
Jesús viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: "Mujer ahí tienes a tu hijo" y luego le dice al discípulo: "ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa" (Jn 19, 25-27).

Ahora si que eres nuestra MADRE  llena de dolor, pero asumiste ese dolor, enfrentaste ese ser MADRE DE LA HUMANIDAD, ayudanos a mirar nuestro dolor cotidiano, a querer a nuestra madre de la tierra, cada vez que sufren o se preocupan por nosotros.
No te preocupes Madre. el hijo del Hombre RESUCITARÁ, tu Hijo María, nuestra alegría "ALELUYA". Por eso la Bienaventurada Virgen es invocada en la iglesia con los títulos de ABOGADA, AUXILIADORA, SOCORRO, MEDIADORA, ...

Hijos de María: te damos gracias Señor por tu Madre bendita fiel seguidora de Jesús, que también es nuestra madre.

Gracias por tener oraciones para invocarte:
  • el santo Rosario con sus letanías
  • el Ave María
  • La Salve
  • Magnificat
  • Acordaos (San Bernardo)
  • Bajo tu amparo
  • Bendita sea tu pureza
  • Ofrecimiento a la Virgen María
  • ¡Oh Señora mía! ¡Oh madre mía!
  • Ángelus (al mediodía)
Nos despedimos de ti Madre con esta oración del mes de mayo:

DULCE MADRE
Dulce madre, no  te alejes, 
tu vista de mi no apartes, 
ven conmigo a todas partes
y solo nunca me dejes;
ya que tu me quieres tanto
como verdadera madre, 
haz que me bendigan
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
Amén


Elisa



sábado, 9 de junio de 2012

Exodo 3, 3-6


   Exodo 3, 3-6
        Moisés ve la zarza que arde y no se consume y quiere ver cual es la razón y se atreve a ir más allá de lo que conoce y le da seguridad.
    Nosotros queremos ver a Dios, le amamos, nos sentimos amados y queremos acercarnos y contemplar su rostro.
    Pero al igual que a Moisés, Dios nos dice: no te acerques, quítate las sandalias porque el lugar que pisas es suelo sagrado.
    Vamos a cerrar los ojos por un instante, durante toda la enseñanza vamos a estar así, en adoración, acercándonos a la zarza ardiente, porque como Moisés hemos descubierto que en nosotros hay un fuego que no se consume y queremos descubrirlo.
    El desierto es soledad y silencio.
    Lo primero que tenemos que hacer es aprender a caminar por el sendero que llega hasta el corazón, voy a imaginar un sendero que va desde mi mente, mi razón hasta el corazón. Para llegar hasta ahí tengo que despojarme de las sandalias porque voy a pisar lugar sagrado.
    Las sandalias es lo que yo utilizo para caminar en el mundo y están manchadas de todo lo que por el camino hay, tierra, barro, suciedad, excrementos, basura, etc… y eso no puede contaminar ese lugar.
    En las sandalias también se me han pegado todo lo que la vida me ha hecho vivir, sufrimientos y gozos, penas y alegrías, sentimientos, deseos, frustraciones, ambiciones, rencores, infidelidades, pecados…
    A veces las sandalias son mis miedos, complejos “yo no valgo nada”, a veces me enredo mirándolas y reviviendo el pasado, lo hecho, lo vivido, aunque esto me produzca dolor.
    También se pegan todas las cosas buenas que hemos hecho, la vanidad de lo que sé, lo que he vivido, lo que he sentido, todos los dones que Dios me ha dado si no los pongo a los pies del Señor y los vivo con humildad. Con estas sandalias tampoco puedo acercarme a la zarza ardiente. Todo lo bueno y lo malo que me ha tocado vivir tengo también que dejarlo fuera, a este lugar sagrado tienes que entrar libre de todo eso.
    Nos da miedo descalzarnos porque el calzado nos da seguridad, prestigio, nos protege del peligro que en el suelo hay, descalzos nos sentimos indefensos y depende del calzado que lleves el que te sientas poderoso y bueno o mendigo y malo. Los pobres y mendigos van descalzados o con alpargatas, los ricos con zapatos lujosos. ¿Cómo son mis sandalias?
    Dios quiere que entremos descalzos, esto significa fiarte del que te dice que te las quites y que tú te desprendas de ellas para entrar libre de todo lo que en ellas hay.
   Así con esta actitud y confianza debemos acercarnos a Dios que nos espera en nuestro interior, EL LUGAR SAGRADO.
    En el Salmo 92 “La santidad es el adorno de tu casa Señor”. Tu casa Señor es mi corazón y la santidad de mi casa es tu Presencia, tu encuentro, este es el único adorno que quieres que en ella allá.
     No pienses en ti, en lo que eres, en lo que has sido, en lo que serás, piensa sólo en Dios, en ese fuego que arde y no se consume y acércate, así descalzo, deja que tu rostro sienta el calor de ese fuego que te quema, acércate cada vez más, siente como te abraza, con un fuego que quema y atrae, enamora, que te funde en él y que te hace uno con él.
   Cuando el fuego prende en una cosa ésta deja de ser lo que era para formar parte del fuego.
    Así nos ama Dios, cuando la llama de su amor prende en nuestra alma, lo que somos o hemos sido no importa, lo que realmente importa es lo que a partir de ese momento somos UNO CON DIOS. El fuego al prender une los cuerpos, así quiere Dios unirse con nosotros y en nosotros.
    Dios quiere ser amado en Espíritu y en Verdad, no sólo fuera de nosotros, sobre todo quiere que lo hagamos dentro, en nuestro interior. “Ven y descánsate en Dios y deja que Dios sea Dios dentro de ti”. No te acerques a El fuera, aprende a buscarlo dentro “tú sólo adórale”, despójate de lo que te tiene atado y la Verdad, la verdad de que somos morada de Dios, la verdad de que El habita en nosotros, la verdad de que éste es el lugar de encuentro que él prefiere, esta verdad nos hará libres. Libres para romper con todo lo que nos esclaviza, mi pasado, mi presente, mi futuro, mi pecado, mis defectos, como yo me veo y empezar a gozar de esta Presencia que nos ama hasta dar la vida por ti y por  mi.

                                        ¡No hay mayor felicidad!

       Jn 15, 11 “ Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea plena”.
                      

                                          ¡GLORIA AL SEÑOR1




Prado.


(empieza en el segundo 20 )