NOVENA AL ESPÍRITU SANTO
Por la señal de la
Santa Cruz ……..
ORACIÓN PREPARATORIA (para todos los días)
Ven Espíritu Santo Creador, visita la mente
de tus fieles,
llena con la gracia
de lo
alto los corazones que Tú creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito, don del
Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, amor y
unción invisible.
Tú, dispensador de tus siete dones, dedo de
la diestra de Dios,
Tú, promesa del Padre, que
inspiras nuestras palabras.
Enciende luz a nuestros sentidos, infunde
amor en nuestro corazón,
que tu fuerza constante
reanime la debilidad de nuestro cuerpo.
Arroja lejos a nuestro enemigo, y danos tu
paz sin tardanza,
y así, conduciéndonos Tú,
evitemos todo mal.
Haznos conocer al Padre, revélanos asimismo
al Hijo,
y en Ti, Espíritu de ambos,
haz que siempre creamos.
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó
de entre los muertos,
y al Espíritu Paráclito, por
los siglos de los siglos. Amén.
DÍA TERCERO (se pide el don
de Ciencia)
Oración
Espíritu Santo, Espíritu de
Ciencia, infunde en mi alma el don de Ciencia, por el cual mi mente, iluminada
con tu luz poderosa, pueda juzgar rectamente de las cosas de este mundo, en
cuanto tienen relación con la gracia santificante. Que yo pueda conocer las
cosas que me llevan al pecado, para apartarme de ellas y que, así mismo, pueda
reconocer las cosas que me llevan al bien, para poder practicarlas. Concédeme,
Espíritu Santo, esa ciencia de los santos y el gusto espiritual al tratar con
las cosas sencillas y ordinarias que me rodean. Amén.
"¿O no sabéis que
vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis
recibido de Dios, y que no os pertenecéis?¡Habéis sido bien comprados!
Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo!" (1Cor 6, 19-20).
Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el
cielo.
Padre amoroso del pobre, don
en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas; fuente del mayor
consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso en
nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz,
y enriquécenos.
mira el vacío del hombre si
Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón
enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus
siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y
danos tu gozo eterno. Amén.
Padrenuestro, avemaría y
Gloria. Reina del cielo, alégrate….
¡Dios Padre Eterno!,
Que con la luz de tu Espíritu
Santo enseñas a tus fieles,
Concédenos recto saber según
el mismo Espíritu,
Y gozar siempre de su amor.
Por tu Hijo, Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
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