jueves, 24 de mayo de 2012

NOVENA AL ESPÍRITU SANTO: día séptimo






NOVENA AL ESPÍRITU SANTO

Por la señal de la Santa Cruz ……..

ORACIÓN PREPARATORIA (para todos los días)

    Ven Espíritu Santo Creador, visita la mente de tus fieles,
llena con la gracia de lo alto los corazones que Tú creaste.

    Tú, a quien llamamos Paráclito, don del Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, amor y unción invisible.

    Tú, dispensador de tus siete dones, dedo de la diestra de Dios,
Tú, promesa del Padre, que inspiras nuestras palabras.

    Enciende luz a nuestros sentidos, infunde amor en nuestro corazón,
que tu fuerza constante reanime la debilidad de nuestro cuerpo.

    Arroja lejos a nuestro enemigo, y danos tu paz sin tardanza,
y así, conduciéndonos Tú, evitemos todo mal.

    Haznos conocer al Padre, revélanos asimismo al Hijo,
y en Ti, Espíritu de ambos, haz que siempre creamos.

    Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
y al Espíritu Paráclito, por los siglos de los siglos. Amén.



DÍA SÉPTIMO (se pide el don de Temor de Dios)

Oración.

Espíritu Santo, concédeme el don de Temor de Dios, para que, bajo su influencia y poder, consiga una gran docilidad reverencial a la voluntad divina. Haz que este temor a la Justicia de Dios sea en mí un temor reverencial, como el que tienen los hijos a sus padres, que tenga miedo de ofenderte.
Tú sabes bien, Espíritu Santo, que yo necesito este don para ser profundamente humilde, puro y modesto ante la grandeza de Dios Padre y ante la debilidad de mis propias fuerzas, para practicar el bien. Pon en mi corazón un gran horror al pecado y una diligente vigilancia para evitar hasta las más mínimas ocasiones de ofender al Señor. Amén.

"Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque sino me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito (el Espíritu Santo); pero si me voy os lo enviaré" (Jn 16,7)



ORACIÓN FINAL (para todos los días)

    Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido;
luz  que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

    Ven, dulce huésped del alma, descanso en nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

    Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

    Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
   
    Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

Padrenuestro, avemaría y Gloria. Reina del cielo, alégrate….

¡Dios Padre Eterno!,
Que con la luz de tu Espíritu Santo enseñas a tus fieles,
Concédenos recto saber según el mismo Espíritu,
Y gozar siempre de su amor.
Por tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



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