NOVENA AL ESPÍRITU SANTO
Por la señal de la
Santa Cruz ……..
ORACIÓN PREPARATORIA (para todos los días)
Ven Espíritu Santo Creador, visita la mente
de tus fieles,
llena con la gracia de lo
alto los corazones que Tú creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito, don del
Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, amor y
unción invisible.
Tú, dispensador de tus siete dones, dedo de
la diestra de Dios,
Tú, promesa del Padre, que
inspiras nuestras palabras.
Enciende luz a nuestros sentidos, infunde
amor en nuestro corazón,
que tu fuerza constante
reanime la debilidad de nuestro cuerpo.
Arroja lejos a nuestro enemigo, y danos tu
paz sin tardanza,
y así, conduciéndonos Tú,
evitemos todo mal.
Haznos conocer al Padre, revélanos asimismo
al Hijo,
y en Ti, Espíritu de ambos,
haz que siempre creamos.
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó
de entre los muertos,
y al Espíritu Paráclito, por
los siglos de los siglos. Amén.
DÍA OCTAVO (se pide la plenitud de los dones)
Oración.
Espíritu Santo, haz que tu gracia crezca dentro de mí, dando vida a todos los actos que realice. Lléname de tus siete dones para que siempre pueda triunfar de mis enemigos espirituales: los vicios y pecados. Hazme dócil y obediente a tu iglesia y súbdito sumiso al Papa. Toma posesión de todo mi ser y santifícame en todas las ocasiones de mi diario vivir.
Dirige los movimientos de mi alma y de mi cuerpo, para agradarte con una vida pura. Tú, que eres fuego consumidor, quema en mí todo lo que sea desagradable a tus ojos y enciende en mi corazón el fuego que el mismo Jesucristo vino a traer a la tierra. Amén.
"De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo." ( Hch 2, 2-3)
ORACIÓN FINAL (para todos los días)
Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el
cielo.
Padre amoroso del pobre, don
en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas; fuente del mayor
consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso en
nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz,
y enriquécenos.
mira el vacío del hombre si
Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón
enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus
siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y
danos tu gozo eterno. Amén.
Padrenuestro, avemaría y
Gloria. Reina del cielo, alégrate….
¡Dios Padre Eterno!,
Que con la luz de tu Espíritu
Santo enseñas a tus fieles,
Concédenos recto saber según
el mismo Espíritu,
Y gozar siempre de su amor.
Por tu Hijo, Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Eres tu mi Dios mi esperanza para seguir viviendo...
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